A Jesucristo se le conoce con muchos títulos, pero quizá uno de los más importantes sea el de “Cristo Rey del Universo”, aunque su realeza no tiene el sentido que el mundo comprende, en Jesús se cumplieron las antiguas profecías donde se anunciaban la llegada de un Rey-Mesías, y curiosamente la Iglesia Católica lo proclamó Rey hasta el siglo XX.
Los Profetas y los Salmos anunciaron la llegada de un Rey-Mesías a modo y descendiente del Rey David, que como todos los reyes de Israel sería ungido con aceite, de ahí el título “Mesías” que quiere decir ungido: “Mirad que vienen días en que suscitaré a David u germen justo; reinará un rey prudente, practicará el derecho y la justicia en la tierra” (Jeremías 23,5); “Los reyes de la tierra se sublevan, los príncipes a una se alían en contra de Yahvé y su Ungido” (Salmo 2,2)
El Papa Benedicto XVI dijo:
La realeza de Cristo permaneció completamente oculta hasta los 30 años, años que pasó en una vida ordinaria en Nazaret. Luego, durante su vida pública, Jesús inauguró el nuevo Reino que «no es de este mundo» (Jn 18,36), y finalmente, con su Muerte y Resurrección, lo estableció plenamente.
El texto al que hace referencia el Papa continúa con Juan 18:37: “Pilato le dijo: «¿Entonces tú eres rey?» Jesús respondió: «Tú dices que yo soy rey. Para esto nací, y para esto vine al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad oye mi voz «.
Mateo 28:18 también dice: “Y acercándose Jesús, les dijo: Se me ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra”.
Hay otras referencias al reinado de Jesús, como 1Corintios 15,25-28 y Filipenses 2,10-11: “… en el nombre de Jesús se doblará toda rodilla, en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiesa que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.
¿Cuándo se instituyó la fiesta de Cristo Rey?
Fue unos pocos años después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), en un ambiente generalizado del ateísmo y el secularismo en Europa y en el mundo, cuando el Papa Pío XI decide en el año 1925 instituir la fiesta a Cristo Rey, en su Encíclica “Quas Primas”, donde el Papa escribió:
“Recordamos haber dicho que estos múltiples males en el mundo se debían al hecho de que la mayoría de los hombres habían echado a Jesucristo y su santa ley fuera de sus vidas; que estos no tenían lugar ni en los asuntos privados ni en la política; y dijimos además que, mientras los individuos y los estados se negaran a someterse al gobierno de nuestro Salvador, no habría perspectivas realmente esperanzadoras de una paz duradera entre las naciones. Los hombres deben buscar la paz de Cristo en el Reino de Cristo; y que prometimos hacer en la medida que estuviera en Nuestro poder. En el Reino de Cristo, es decir, Nos parecía que la paz no podía ser restaurada de manera más eficaz ni fijada sobre una base más firme que mediante la restauración del Imperio de Nuestro Señor.”
La primera vez que se celebró en la Iglesia la fiesta de Cristo Rey fue el último domingo de octubre de 1926, es muy significativo recordar que tres meses antes, en agosto de 1926 habían comenzado los levantamientos armados en México de los cristeros, quienes tomaron como grito de guerra “¡Viva Cristo Rey!”, y que fue también el último grito de tantos y tantos mártires mexicanos que, con su último aliento, ofrecían su vida a Cristo.
¿Por qué se cambió la fiesta de Cristo Rey el último domingo de noviembre?
Recordemos que el Papa Pío XI instituyó esta fiesta en 1925, y que originalmente, fue designada para fines de octubre, pero fue el Papa San Pablo VI quien en 1969 cambió la fiesta al último domingo del año litúrgico, que es el domingo anterior al comienzo del Adviento. Esto tiene un gran significado, ya que el final del año litúrgico tiene su similitud con el final de la historia, cuando Cristo regrese por segunda vez, pero ahora como Rey y Señor de la vida y de la historia. Esto nos recuerda que prepararnos para la primera venida de Cristo que fue en humildad, como un niñito recostado en un pesebre (Lc 2,7), también nos debe preparar para recibirlo en su segunda venida, pero esta vez será en gloria, al final de la historia. Así quedan íntimamente unidas las fiestas de la Navidad, que es su primera venida, con la segunda venida de Cristo Rey del Universo.
Mientras tanto, nosotros vivimos hoy la venida intermedia, en la que Jesús se nos presenta en la Gracia de sus Sacramentos y en el rostro de los pobres y marginados, Jesús nos invita a reconocerlo en el rostro de nuestros hermanos, y nos invita a utilizar los talentos que hemos recibido y ponerlos al servicio de nuestros semejantes en la vida cotidiana como una forma de prepararnos para su venida final.
Muy bien…
Aprendí mucho
Gracias
Excelente artículo. Pudiera por favor hacer otro que vaya en armonía con esté? es decir quienes integran el Reino de Dios, sabemos que nuestro amado Señor Jesucrito es el Rey, quienes son el pueblo?, cuales son sus leyes, donde se establecerá es decir su territorio o lugar, Cómo es que se aplicará el Derecho y la justicia? etc. muchas gracias. Oramos por ustedes